Porque a todos los finales, no les siguen un punto suspensivo
Mudas el corazón , veloz , por naturaleza, de soledades tempestivas , y no lamentas con ello ni a la palabra ni al porvenir, lo que de ello quede, lo que se llevo ni lo que este por ver entre el único jazmín arrancado que tengo en mis manos para ti.
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