herencia

Me hablas del destino con la mano en el hombro , caminando nausebundos, por bosques obsoletos, me hablas del destino, cuando no sabes con quien te despertaras mañana, ni de que color, serán las flores que lleguen a sus manos, pero a mi me hablas del destino, con olor a jazmines, en cubiertas de barcos, que seguramente naufragará en puertos llenos de faros y un embarcadero bello, como el amor que nos procesamos... y llegaremos a viejos ya sin saberlo.... y educaremos dos hijos y tendremos un perro, pero el puerto sera el mismo, y el barco, será dueño de un mar traicionero.
Y nosotros, viejos,hablaremos del destino, como esa abadia, que tubimos en las manos, y que por error , se convirtio, en un puerto.... con un golfo tremendo, y que ni valor tubimos para acabar, juntos bajo las aguas del infierno que le heredamos, a nuestros hijos.

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