Jesús, hombre traicionado por el futuro, que tu cuerpo era humano, y sus heridas dolían como las de todos, los hombres te hicieron dios, para alimentarse de tus vísceras, con sus credos, con sus templos, con sus cruces, alejaron la tierra del cielo. Y aun ahora hay quién te busca entre cuatro paredes, ahora que muerto no les puedes negar, simplemente déjalo estar.

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