Callejón que en su oscuridad no se sabe si tiene salida, interminable que provoca el cansancio de un alma sin caricias, entre muros muere una razón, mientras duermes, agotado de tedio, flaquea el corazón por seguir latiendo, inundando los pulmones de sangre se ahoga una garganta para seguir hablando, unos brazos no alcanzan a la cuerda que de fin, a tanto fin, huérfanos de dios lloran bajo una cruz, entrañables suspiros no llegan al cielo, y el callejón continua entre la oscuridad.

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