Me tengo en la sombra que dejaste
con una piedra en el vientre.
Desprecio tus principios de luz, aquí no se resuelve la oscuridad con una antorcha.
Tal vez soy una lunática y te pensé estrella.
Tal vez me dolía el amor y te pensé morfina.
Tenía sed y parecías agua.
Ahora, el espejismo que alarga la agonía viene para apuntarme y habla de ti como La Muerte. La muerte que inventa razones para morir. Pero bien sabemos que aquí quien inventa es la vida, para evadir al huérfano gusano de la tierra.

1 comentario:

Ramón González Gutiérrez dijo...

Precioso, pero de nuevo muy triste :(