Antes tus puertas daban a una sala de espera que esperaba de la soledad tu nombre, y hoy, vientos vendidos han ocupado, mis y tus, ganas de resurgir en los cuerpos, porque han valido las vendas, porque han surgido los porqués, si ya era tuya la salida y era añeja la fresa, manzanos roncos en el jardín y un abalorio del trono desocupado, y un veneno en tu adiós que ocupa ya, todas mis velas y tu sonrisa cínica naciendo del vinagre y del amor.

1 comentario:

Daniel dijo...

¿Sabes por qué me gusta lo que escribes? Porque sabes de lo que escribes y te entiendo y a pesar de lo oscuro, de tu negación interior; sigues escribiendo vida.