Viejos textos (2007)

Estoy bien, mucho mejor -gracias-
Pesan y miden mis palabras buscan la vacuna contra lo que es mi abrigo, me cubren de muros fortificados de impontencias, sacian mi sed con simulacros recubiertos de pastillas, entierran mi voluntad en pozos inaccesibles y preguntan si ya estoy mejor... y como fatua respuesta afirmo a la espera de que me devuelvan lo robado....



Cuatro paredes callan mi silencio; otorgan a mis manos la pluma derruida, la ventana esconde un mundo lejano ataviado con maquillaje que miente diciendo la verdad.
Sentada miro el suelo y un ápice de rabia va al cajón de lo callado, el ira contenida contra los perros disfrazados de bata blanca... que se arman de lo supuestamente verídico ....
              tan sólo son más
                            tan sólo fingen que aman.... pero los perros guardan la camisa de fuerza y lo inyectable, por si acaso te atrevieras a bailar tu ritmo... con los que son menos y sin lengua viperina.....



No sabes nada de quién es nadie, no comprendes nada del vacío ¿y acaso te atreves a usurpar mi llanto y a llanear sobre mis abismos? Tú que entre todos los oficios elegiste el de alguacil de la cortada hacienda del deseo, no reproches mis letras ahora que ya pagué con sangre el benemérito drama, no midas mis palabras pues hallarás sólo números, no temas que nada de lo aquí dicho meriende en tu salón, no pasará tu puerta si no es a robar.



La madre de las lágrimas que mojan tu piel silenciosa y lejana te abraza para que no descubras los misterios que protegen a las madres de sus hijos



Escribo desde los tercos vaivenes de una noche con piel de angel quemado. Gloria a dios muerto que en su suspiro comió de la manzana el resplandor de mis ojos incendiados.
No hay peor suerte que la que me acompaña después de saber que los mejores versos ya están escritos y que tu cuello está ya colgado por las tinieblas opacas de los precipicios de vasos, vuelos de moscas, secretos  pecados por mariposas muertas... que mala educacion la mia, que no me presento, soy piel humillada por fragmentos de tiempo insano, escupido a caudales , putos intentos de transgredir tu calma.
Tal vez es tarde para mi garganta. Mi nombre... sólo eso quedó de los pinceles de los salvavidas de una noche en vela en hogueras de insomnio .. putrefactos laureles de coronas espinados maquillan la causa perdida de flautas y sones.
Soy un charco en medio de un boca con sangre, un escupitajo de sarna, el reflejo ordinario de un cura en el canto ateo de las sirenas de ulises.

4 comentarios:

yomeodio dijo...

tu escrito que debe de ser en este caso?


nada, de lo genia o padre,
solo un silencio, forma de imaginarme la escena, y tu...

Eva Magallanes dijo...

Lo siento como un crudo darse cuenta de la traición de las palabras... ese develar que oculta al mismo tiempo, palabras inasibles que tan sólo nos dan efímeros chispazos.
Mis saludos desde el confín austral!

El Peregryno dijo...

Excepcional interiorismo.

X-C dijo...

No eres el reflejo ordinario de ningún cura, sí eres el canto de una sirena en la noche, cuando llueven piedras y no se ve más allá de dos palabras juntas.