vagamundos

Pies que descalzos agarran la tierra, enraízan el alma al polvo del camino, y no paran de andar, de aquí a allá, a ningún sitio. Noche colmada de estrellas es su descanso, fiebre de abril, es su frío. Y con el humo de una chimenea ajena empiezan a soñar. Vagan por la tierra, atormentada calma, desolado, da igual, nadie consolará sus lágrimas, por eso no manchan tu paz, y no salen de sus miradas, que abrigan tu infierno, que cubren tu saciedad con la sed de felicidad. Lo tienen todo a andar, y nada olvidan, mientras no paran de caminar. Trotamundos de mi ciudad, dejarme un sitio en vuestro pisar, que me saque de este lugar. Con vosotros, quiero empezar, a volver a soñar.

No hay comentarios: