La ventana está cerrada, el mundo de allá está en silencio, un pilar quemado soporta vagamente la realidad que queda, unos ojos extraviados van en busca de dios y encuentran la ceguera. La noche se asoma para quedarse y aquí dentro hiere el aire que no se renueva. A pasos furtivos voy hacia la quiebra que no anhela salir con vida.

No hay comentarios: