Reitera vida

Extraño el tormento que me hacía diambular por la ciudad fría y huir de mi sombra. Mi dolor, el que me hacía pensar con sabor a vino amargo en las esquelas de dios, se ha ido. Lo extraño porqué necesito esa inyección a la conciencia, dónde siempre había torres por caer.
Ahora es la acidez de las noches vacías que me impide ver en mi letra algo más que vómito, ahora es invierno y hace apenas un año, mi dolor me hablaba. Y mi alma y mi pensamiento conjuntamente odiaban juntos. Ahora a pedazos, lloran por separado.
Y de aquel dolor, mi dolor, agrio pero sereno. Se ha ido, y ha dejado, la caída hacia la angustia que un día querrá cortar mi cabeza. Y separar por fín, mi cuerpo de la vida. No habrá mucho que contar. Ni muchos lloraran. Solo aquel yo, que un día amó tanto.
Pero solo tal vez, pasará. Si aquel otro invierno, hubiera terminado como debía, hoy, no existiría o ya no tendría miedo de pensar de nuevo en acabar la historia.

2 comentarios:

Asturiela dijo...

Cosas que nos pasan si estamos vivos... bello texto. buenas lineas. saludos

natalia dijo...

Muchas gracias, tus blogs tambien son muy bellos,
saludos,

C