Tal vez no encuentre nada, pero vuelvo al pasado en busca del desencadenante a la locura. ¿ en qué momento se volvieron los molinos terribles gigantes? ¿por qué una mañana desperté y ya no era la misma? ni la casa, ni la ciudad, ni los que quería eran los mismos.
Después el proceso de enajenación, con sus maravillosos y nefastos momentos.. en aquella locura, había encontrado la salida, la puerta al cielo, y fue entonces, cuando la cordura a través del sufrimiento, me habló de la falsa quimera que era salir victoriosa de la lucha interna.. y fui descendiendo lentamente a la tierra firme, que en este caso tiene cuchillas afiladas.. desde aquí apenas se visiona el horizonte, apenas queda nada de las ilusiones.
Pero estoy cuerda. Y este es el precio que pago por ello.

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