Cruzado destino, olvidaste el nombre de la hiel, pero la brindaste en toda dimensión, corrí hacia el verano y cuando llegó el invierno no pude regresar. En el tornado de nostalgia invoqué al tejo y su sangre venenosa hizo poemas en la penumbra, que hoy desterrada alarga sus garras hacia el vacío.

No hay comentarios: