Cerca de alambre que guarda el punto y final
no tenía ni idea de que olvidaría todo
sino hubiera guardado alguna flor.
Pero el horizonte sigue lejos
y tus cardos han cubierto la fuente.
Vístete y vete de mi casa.
Ya hay muchas mentiras en los azulejos
y mis labios hartos de nombrar la muerte.

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