Crecer para oxidar recuerdos
inventar credo del error
llamar hogar a la urbe de la antena
Asentarse y decir con soltura, eso pensaba yo cuando aun no sabía.
Y saber, saber que el tormento sigue con el prozac.
Saber que con las verdades que fueron mentiras
se puede empezar una vida.
Crecer ect ect
incapaz me siento a que la experiencia me obligue, a que sea ella y no yo, la que me diga lo que está bien. No será la decepción. Ni serán las segundas puertas. No sé que será, porque yo quería morir joven. Y aquella tarde, ya no volví.
Pero no tejeré por lo que conozco. Ni lloraré por lo que ya ha dolido. No preguntaré lo que no me importa. No haré más plan de futuro que algún epitafio. Me niego a odiarle en otro. Iré a donde los humanos no me contaminen. Y dejaré de escribir de este modo.

2 comentarios:

Ramón González Gutiérrez dijo...

La próxima vez te leeré con los ojos cerrados. La esencia está más allá.

Daniel dijo...

Ojalá se pudiera hacer, pero todo iría con nosotros.

Me agrada.