He decidido que me deje de importar tus precisos resultados y tu cosecha.
No quiero saber cuánto pesa la cruz de aquella lápida. Ni cuántas lágrimas lleva la vieja por lo perdido. Ni cuanto tarda en girar la tierra. Ni me importa por qué ríen los niños. Ni tus motivos para defender la vida. Ni por qué madruga el pescador. He decidido morir hasta donde alcance la vida. Y eso tampoco me importa.

1 comentario:

Ramón González Gutiérrez dijo...

No importa si importa o no; lo importante es hacerlo.