Los vasos con café de ayer siguen en la cocina , tengo nostalgia de una juventud que juraría no ocurrió, de una playa con una roca en forma de arco y unas sonrisas en la que seguro no estuve, tengo un dolor que es todos los días y una soledad que es mis pasos, un pesimismo que no escribe por miedo a suicidarse, unas ganas de parar justo aquí.

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