Lleno mis agujeros de lsd, la ausencia la dejo vacía, vacía como la copa de vino dentro de un rato, un lsd que no compro, que no me regalan, que no existe pero su paraíso despojado conoce mi cuerpo y mi lengua cuando se queman los tejados y una guitarra quiebra mis ventanas y veo como se tira mi memoria y como se embarca mi alma a un naufragio morado, a un naufragio con todas tus barcas sonámbulas y asesinas desapareciendo bajo mis pies, toda tu saliva salpicando los labios de la bajamar y entrando con la vuelta que no quisiste porque el dinero valía nada, nada como hoy que a la puerta de la iglesia sólo encontramos ciegos con trajes de domingo.

2 comentarios:

X-C dijo...

Precioso Mareva, una pasada. Procura escribir más largo a ver que pasa.

Raquel dijo...

ciegos con trajes de domingo, miradas ausentes, perdidas,miradas que no se cruzan con ninguna otra, orines de perro, orines de hombre, vómitos en el alma, ningún sentido, solo una sensación de flotar por encima de todo, oyendo el tintineo sordo de las monedas que caen en el plato, monedas arrojadas por los buenos lavando sus conciencias, muertos con trajes de domingo, ciegos,sordos, corazones de piedra, relojes de oro.