corriente temporal

Suena un pájaro del otro invierno, la casa se cae a pedazos y decido salir y ver que encuentro. Una lastimada ciudad envejece y los niños del parque no corretean a mi lado, el teatro ha cerrado y el cine no me contenta, todo el tiempo para pensar, y hacer polvo la mente y cuando estoy cerca de llegar a la raíz una capa nueva me embalsama, no hay luz en el cementerio, y en la iglesia no está dios, lo busco entre las palabras y hayo un alma que juguetea y se detiene, un grito de los cielos, como un llanto terrible de un niño perdido me habla de que alguien se ahogó en el mar, y yo sin inspiración y tú sin ganas de decir, el amor en aquella lejana montaña ni él ni yo queremos ir en su busca, la pasión dejó de ser una sonrisa en un precipicio y envejeció y envejecimos. Y el aroma del tiempo no quiso dejar experiencias de viejos a niños, los niños crecieron sin ejemplos libres como gorriones sin temores ni prejuicios, y la luna se acercó a la tierra y de nosotros no quedo ni la sombra, y el pecado se escribió de nuevo, y ya no fuimos testigos. Todo comenzó mientras nos ibamos alejando. Y la mano suelta volo hacia el origen, sin pensar en el ayer, mucho tiempo atrás debieramos ir, para saber, que allí todo está podrido.

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