Deseo no contar más derrotas, en las impredecibles historias que acontecen espero no tener por testigo un fanático entusiasta que se muere por los besos y los finales felices, es la misma historia echa añicos, es la estúpida vida que se alarga demasiado. Es la locura amarrada a un pastillero, es mi vida hipotecada por una mala partida, dónde todo lo puse, para no temer no tener nada.
Y ahora, que no soporto el contacto, me pierdo entre jardines negros, y ya no busco el sol cuando llueve, ni amanezco deseosa de saber por quién lloraba el niño. Ni las miles de preguntas ni el fuego, me hacen buscar el siguiente paso. Quieta busco una guarida, que me aleje para siempre de mi vida, en mi, busco otra lengua, otra historia por romper, y no hayo más que el polvo del ayer que no quiere ser mañana.

1 comentario:

Allek dijo...

pasaba a saludarte
un fuerte abrazo!