Hoy soñé que mi alma sanaba. Que la desesperación moría. Pero de nuevo al drama del latido. A la respiración congestionada. A la muerte lenta. Si acaso no hubiera despertado, no dolería el tiempo que corta mi voz. Que entierra mis sueños, en puertas imposibles.
2 comentarios:
andaba en uno de tantos viajes de insanidad virtual y me topé con tu blog, me agrada.me gustaria conocieras mi mundo.
He entrado en blog, buen lugar para caer, pero no me deja enviarte comentarios.. un saludo Asturiela.
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