Un pedazo de palabra busca el sentido.
El poema busca el pedazo de palabra para ser completo.
Las letras del pedazo de palabra no quieren perder su propio significado. Tal vez estén echas de vacío y no lo sepan.
El poema defiende la belleza y no tolera que se le haya escapado media palabra. A la idea que era como una canción que quiso grabarse en el tiempo, no le importa que la d la e y la r se hayan escapado.
Ellas van en busca de sonidos nuevos no quieren volver a tener que nombrarse en la sociedad de las letras. Ni ser poema, ni discurso, ni epitafio en una tumba, ni envío del juzgado, ni pregunta en un examen, ni carta de despido, ni parte de novela, ni descripción de lo humano.
Ellas se van y el poema descontento pierde sus derechos (en la zanja del perder)