Una angustia espera a que deje el sentir latir hacia el sueño, para en la libertad de lo no controlado escupir contra las paredes que soprepinto de blanco la oscura verdad que sólo en la noche soy capaz de escuchar, como si el sueño callara las voces, como caer en la boca y tragarse porqué no importa todo volverá a morir.

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