Siento que aquel vino no saciará tus ganas de rodar y perder.
No te lo tomes muy en serio, la dignidad sólo importa cuando importan aquellos los de los oídos pegados a cubierta. Mejor ser rata que lleva peste, que buen puritano a sus ojos.

2 comentarios:

Daniel dijo...

La dignidad suele ser en ocasiones, un lastre innecesario. Interesante tu pensamiento.

Saludos

Daniel dijo...

Regreso al comienzo de mi gira; me voy totalmente revitalizado, quizás no debería hacerlo porque queda mucho de tu camino por recorrer, pero necesito masticar lo que he leído. Un placer.