Sale el pensamiento cansado a morir frente a tus ojos como si llegara a un campo de ortigas, como si no supiera de la marea ni volver, sale en pedacitos por los labios a extinguirse con las palabras y de su memoria tóxicos traidores envuelven los verbos, adjetivos degenerados que traen de vuelta la soledad decoran la macabra acción de querer ser contigo, mientras la lluvia de la incomprensión salpica de gestos lo psicótico que esquina a dos humanos en un mismo cuarto en desorden, en la extrañeza del intento las pupilas se contraen y como dos especies distintas con el mismo lenguaje nos miramos y dejamos correr nuestro instinto al espejo interno a solidificar antagonismos.

No hay comentarios: