Con la injusticia en su carne
sus palabras rebotadas en el hierro
cortando lo atroz en el pulso
renuncia a la realidad contagiada
por las manchas
por el llanto
por la grasa
de los defensores de la muerte
que ahora están en todas partes.

3 comentarios:

mateosantamarta dijo...

Valiente, amiga. Un abrazo.

mateosantamarta dijo...

Gracias por tu visita y tu elogio. Puse un enlace a este blog en Arte y Poesía. Si no quieres que lo mantenga dímelo.
Salud y un abrazo!

mareva mayo dijo...

Me hace honor eso!

Gracias y un abrazo y anarquía