Qué podemos hacer si cae la noche y sentimos el abismo mordiendo nuestra sombra, qué si no es amar lo que nos destruye como si el veneno maquillara la sonrisa que nos regala el cielo inalcanzable, qué si no es masturbar el dolor como si la hondura del cuerpo atormentado fuera infinita y el infierno fuera esa canción equivocada pero que hace olvidar que siguen sucediéndose las baldosas, qué si estamos solos y hace frío, qué que no pueda matarnos porque seguir con vida es arriesgarse a morir, meter en el cartucho la oscura violencia del yo suicida y ver de frente a la estructura caer, porque esta guerra sólo acaba con las dos partes muertas.



*imagen tomada de la web

1 comentario:

X-C dijo...

Sin esperanza, sin perdón. No hay perdón para los pecados no cometidos, para las palabras no dichas. No hay perdón...